*No todos los espacios estarán abiertos durante la boda

Claustro inferior

Elemento vertebrador de cualquier conjunto monástico, eje alrededor del cual se distribuyen las diferentes dependencias.

En Sant Jeroni de Cotalba encontramos cuatro galerías de dos plantas superpuestas, la parte inferior es coetánea a los inicios del monasterio siglos XIV y XV, mientras que las galerías superiores se realizan en diferentes etapas entre los siglos XV y XVIII.

En los claustros inferior y superior se desarrollan siete bóvedas de crucería, en cada una de las galerías, más una por cada ángulo.

Claustro inferior

En el claustro inferior encontramos la particularidad de que tanto los nervios de las bóvedas como los arcos apuntados están realizados con ladrillo y mortero de cal, a la manera mudéjar, combinándose el color propio del ladrillo con el blanco creando un juego de bicromía que da un carácter singular. Los arranques de los arcos y las claves están realizados en piedra. Se trata de un espacio abierto con nervaduras.

En el ángulo sudeste sobresale una singular escalera helicoidal de estilo gótico flamígero y junto a ella se observa un espacio remarcado con moldura, huella de la situación de una de las pinturas de Las Estaciones que realizó el Padre Borrás, las otras tres pinturas se localizarían en los restantes ángulos del claustro.

Las cuatro galerías forman un patio central llamado, patio de los naranjos, en el que se halla una cisterna con 24 pequeñas fuentecitas, mandada construir por María Enríquez de Luna en el siglo XVI, que almacenaba el agua, y un pozo que data del origen del monasterio.

La decoración vegetal de este patio, consta de naranjos, una palmera datilera de 19 metros de altura y dos de menor dimensión, todo ello enmarcado por setos.

La Iglesia

Situada en el ala sur encontramos la iglesia, responde a la tradición tardomedieval de iglesias conventuales, de planta cuadrangular, de una sola nave y capillas entre contrafuertes ya preexistentes, sin crucero y que está dentro de la tipología tradicional y características del gótico valenciano. Con profundo presbiterio y amplio coro a los pies del templo.

Presenta dos accesos, el primero da al exterior, recayente a la plaza, con una puerta gótica de sobria ejecución a base de molduras y baquetones, siguiendo el esquema típico de estructura ojival moldurada. Sobre la puerta aparece una peana que soportaba una imagen de Santa María, hoy desaparecida. La segunda de acceso al claustro.

La Iglesia

La primitiva iglesia del siglo XIV, era de estilo gótico, con cinco arcos diafragmáticos apuntados que la dividían en tramos y cuya cubierta era a dos aguas. En el siglo XVIII se realiza una transformación en la iglesia según el gusto barroco, para lo que se procedió al derribo de parte de los arcos para recrecerlos en altura y cubrir la nave mediante bóveda de cañón con lunetos.

En el lado de la Epístola se encontraba la capilla de la Virgen de la Salud, construida en el siglo XVIII, de la que únicamente se conserva la puerta sobre la que se desarrolla el anagrama de la virgen.

Las capillas laterales fueron el lugar elegido por Ausias March como túmulo funerario de sus dos esposas, Isabel Martorell y Joana Escorna.

En la cabecera destaca un amplio presbiterio rectangular en el que abren dos accesos, uno a cada lado, que dan paso a dos pequeñas salas que flanquean el Trasagrario. Éste presenta planta cuadrangular y está cubierto por una cúpula con linterna, con decoración barroca de motivos vegetales. El solado es de azulejo valenciano del siglo XVI.

A los pies de la iglesia se sitúa el coro, en la parte baja encontramos dos tramos, uno de los cuales está delimitado por dos arcos rebajados. Entre estos se desarrolla una bóveda de aristas flanqueada por otros dos arcos también rebajados, que enmarcan los accesos a la Iglesia, los cuales apean en capiteles con el escudo del primer duque de Gandía, Alfonso de Aragón, decorados con motivos figurativos, vegetales y pastoriles.

El coro alto de planta rectangular, está cubierto por una bóveda estrellada con lunetos que estaban decorados con pinturas y veneras en las esquinas. También aparecían decorados los tondos que se distribuyen por la bóveda.

Sala Capitular

En el ala este, en la parte baja encontramos la sala capitular, de factura gótica, es la actual capilla de la Virgen de la Salud. Se trata de un elemento imprescindible en la vida monástica, ya que en él se reunían los monjes para leer el capítulo.

De planta cuadrangular la cubierta se realiza mediante bóveda de crucería siguiendo la misma traza que las arquerías del claustro bajo, lo que la sitúa en la primera época de construcción.

Sala Capitular

Cabe destacar la escalera, visible también desde el claustro que ocupa el ángulo sudoeste de la sala y que desemboca en el claustro alto. Se trata de una escalera de caracol de estilo gótico flamígero, construida en las postrimerías del siglo XV o principios del siglo XVI, realizada con fábrica de yesería en la que sobresale la decoración vegetal, destacando también la azulejería de los peldaños de cerámica valenciana del siglo XVI.

Su función como capilla se inicia a finales del siglo XIX para el culto de la familia propietaria, para lo que instalan un altar y retablo neogótico que alberga una réplica de la Virgen de la Salud de la iglesia de Rótova, y que según noticias documentales perteneció al monasterio.

Mención especial merece el sepulcro gótico de los Infantes Don Juan y Doña Blanca de Aragón, hijos de Don Alfons El Vell. Construido por el maestro de Xàtiva Pere Andreu en 1380, antes de que se iniciara la construcción del monasterio. Este sepulcro, adosado en lo alto del muro norte de esta sala, es un magnífico ejemplo de arte funerario del gótico valenciano que todavía hoy conserva restos de policromía.

Refectorio

Se encuentra situado en el ala de poniente, con forma rectangular y estructurado con arcos paralelos. Corresponde a la primera época del edificio, estaba realizado con arcos de ladrillos a cara vista, guardando la similitud con los claustros mudéjares.

Originalmente estaba cubierto por un tejado con caída a dos aguas. Las paredes del refectorio, alcanzan en algunos puntos 1,70 metros de grosor, lo que nos hace pensar en un concepto inicial de fortaleza.

Refectorio

A inicios del siglo XVIII, el refectorio recibe una serie de mejoras, se enlosa con ladrillos, se sustituye el aguamanil por uno nuevo de piedra y se colocan unas vidrieras. Había también siete mesas largas de ciprés y un púlpito para el fraile lector.

En 1773 el refectorio será reformado por unos monjes italianos, estas consistieron en construir una falsa bóveda de cañón, ocultando la bóveda inicial y los arcos bicromos gótico-mudéjares de la primera época.

La familia Trenor también realizará, después de adquirir el edificio tras la desamortización de 1835, una serie de mejoras en esta sala para convertirla en un salón de ceremonias. Construirán una chimenea al fondo rematada con el busto del Padre Eterno y una escalera imperial, cuyo diseño se inspira en el de la escalera aurea de la catedral de Burgos, para unir el refectorio con la sala de armas de la planta superior.

En el arranque de esta escalera se aprecian dos leones, símbolo de la orden Jerónima. Del mismo modo abrirán el refectorio al exterior para comunicarlo con el magnífico jardín de estilo romántico francés que la familia encargará al prestigioso arquitecto-paisajista Nicolás Forestier.

Claustro superior

El claustro superior, que data de principios del siglo XVI, fue construido a instancias de la duquesa de Gandía, María Enríquez de Luna. Su estilo arquitectónico es el gótico valenciano tardío. La obra se atribuye a la escuela del renombrado arquitecto valenciano Pere Compte, autor de destacadas obras como la Lonja de la Seda de Valencia, catalogada como patrimonio de la humanidad.

Al fondo se puede observar la “Puerta de los Leones”, denominada así por las esculturas de dos leones que están ubicadas a ambos lados portando el escudo nobiliario de la duquesa de Gandía, María Enríquez de Luna. La puerta se encuentra dividida en dos por un parteluz con columna helicoidal y un capitel con adornos vegetales. Sobre las puertas se hallan dos arcos conopiales lobulados y en el centro hay una escultura de un ángel portando también el escudo de la duquesa de Gandía. Los monjes eliminaron la escalera en una reforma que realizaron en el siglo XVIII.

El claustro superior fue abierto al público en el mes de mayo de 2015.

Claustro superior

En todo el claustro superior destacan sus esculturas góticas policromadas de extraordinaria singularidad y valor artístico. En él se pueden observar las bóvedas de crucería con las claves y las ménsulas decoradas con esculturas de ángeles portando los instrumentos de la pasión y muerte de Cristo. Estas son la corona de espinas y la cruz y se atribuyen al reputado escultor valenciano Damià Forment.

Los ángeles de las ménsulas además portan una cinta con la inscripción de un versículo de la “Biblia Vulgata” (primera traducción de la biblia del hebreo al latín realizada por San Jerónimo y autorizada por la iglesia católica). Las ménsulas sufrieron daños durante la guerra civil española. Las ventanas presentan arcos conopiales.

Almazara

Contigua a la sala capitular se halla la almazara. La construcción es originaria del siglo XIV, sufriendo a lo largo de la historia varias modificaciones. Fue la antigua enfermería. Se tienen noticias de que esta dependencia estaba dividida en tres espacios, la propia enfermería, el oratorio y el refectorio. En el siglo XVIII esta estancia pasa a ser almazara cambiando completamente su imagen. El espacio que fue refectorio está divido en dos tramos por una doble arcada.

Actualmente la mayor parte de éste espacio está ocupado por 32 grandes tinajas que se utilizaban para almacenar aceite. Del primitivo refectorio únicamente se conserva la conocida grisalla al temple de Fray Nicolás Borrás en la que se representa una Santa Cena.

Almazara

Cocina y horno

Terminada al principio de la construcción del monasterio y durante el siglo XV utilizada como cocina, refectorio y horno, cuando había pocos monjes.

Posteriormente el refectorio se trasladó a otra sala, en el siglo XVI. El número de monjes había aumentado considerablemente, quedando esta estancia como cocina y horno, donde se elaboraba el pan semanalmente.

Se trata de una sola nave cuadrangular soportada por cuatro arcos cruzados, con unas pequeñas bóvedas aristadas en las esquinas. Distinguimos la cocina propiamente dicha, con una muestra de azulejos del siglo XV y el horno morisco.

Cocina y horno

Se alimentaban muy frugalmente de las verduras y frutas de su huerta, huevos de su granja, leche de cabras, ovejas y vacas de su establo y ocasionalmente se permitían comer algo de carne de sus pollos y gallinas, excepto en cuaresma.

Durante la comida no estaba permitido hablar entre ellos sino que escuchaban al monje lector, con libros piadosos varios.

Caballeriza

En esta cuadra de mulas podemos apreciar los principales aperos de labranza que se usaron en estos siglos. Estancia gótica con bóveda soportada por dos arcos fajones apuntados. Se conservan en ella el abrevadero, el pesebre y el empedrado originales. Presidiendo la caballeriza, sobre el pesebre, un plafón cerámico del siglo XVI, con la representación de San Antonio Abad.

Hasta el siglo XVIII los monjes jerónimos cultivaban preferentemente el olivo, la vid, algarrobos y almendros, además de sus huertas, pero ya en este siglo comenzaron a plantar la morera, que servía para alimentar a los gusanos de seda, entonces industria importante en todo el Reino de Valencia. Estos cultivos se mantuvieron hasta 1835, fecha en que los monjes abandonaron el monasterio, por la desamortización.

Caballeriza

Cuando D. Tomás Trénor Keating compró el monasterio en 1843, plantó además gran cantidad de viñas, nogales y demás, para recoger cosechas de pasas, nueces y otros frutos secos.

Su hijo, Federico Trénor Bucelli, utilizó las viñas para elaborar vino que, junto con lo anteriormente dicho, era exportado a Cuba, Filipinas e Hispanoamérica, consiguiendo una gran explotación agrícola, aumentando el número de mulas, caballos, vacas y ovejas.

Su nieto, Federico Trénor Palavicino, continuó en esta línea, teniendo como trabajadores de sus tierras a la mayoría de vecinos de Rótova y Alfauir.

Silo y Lagar

En el ala norte encontramos las dependencias agrícolas, entre ellas el silo y el lagar. La primera, restaurada en 2008, es utilizada hoy en día como sala de proyección e interpretación del monasterio.

Estas dos estancias son de construcción gótica, con bóveda soportada por seis arcos fajones apuntados, labrados con ladrillos y mortero de cal.

Silo y Lagar

Arma Christi

El hueco original de acceso a la escalera desde la planta baja era de estilo gótico valenciano con forma de arco conopial, existiendo marcas de la baranda original.

El hueco del ventanal fue realizado con un arco escarzano rebajado y corresponde al bajo gótico. El hueco estaba tapiado por una reforma de los monjes del siglo XVIII, pero estaba abierto en la época en el que se construye.

Existe una bóveda en la planta baja de la escalera de traza barroca o neoclásica de 1759. Aparece un florón central con un ángel cómo los de las ménsulas del claustro este, siendo de la misma época. Debió pertenecer a otra bóveda gótica preexistente.

Arma Christi

La puerta y escalera Arma Christi o “puerta de los leones” son obra de Pere Compte y los ángeles son atribuidos a Damià Forment. Se realizaron por encargo de María Enríquez de Luna, duquesa de Gandía, entre 1505 y 1510. Por ello, aparece un ángel que sostiene el escudo de la duquesa en el centro de dos arcos conopiales lobulados, apoyados en dos capiteles y columna central con fuste estriado en espiral.

Los dos leones que hay al lado de la puerta sostienen también el escudo de la duquesa de Gandía. Se conservan tres peldaños de la escalera original, empotrados a la altura de llegada de la escalera al primer piso.

Encontramos una baranda-mirador sobre el hueco de la escalera, con celosía flamígera de calidad y datación equivalente a la escalera flamígera del antiguo refectorio, actualmente la capilla de la Virgen de la Salud. La escalera Arma Christi construida en el siglo XVI era flamígera en origen, pero tras sufrir desperfectos por causa de algún terremoto, los monjes realizaron una reconstrucción bastante sencilla con barro cocido. Por ella se accede a la derecha a las celdas y a la izquierda a una cambra que quizá se utilizó para el secado de alimentos.

La destrucción de esta escalera del monasterio debió producirse a mediados del siglo XVIII para aumentar la producción agrícola, ya que obstaculizaba la ampliación de los depósitos del monasterio.

Sala de armas

La estancia fue construida en el siglo XVII. En su origen fue una sala cerrada y no existía la puerta que comunica con el refectorio, sólo la que comunica con al claustro. Se cree que originariamente fue un despacho o una sala de estudio, por hallarse junto al archivo y la biblioteca que poseía el monasterio.

En el siglo XIX es transformada en una sala de armas por la familia propietaria y se abre otra puerta para comunicarla con el refectorio. El suelo es el original del siglo XVII pero el artesonado de madera del techo y la lámpara fueron añadidos con posterioridad, en el siglo XIX.

Sala de armas

En la sala destaca un magnífico sitial de madera con el escudo del rey Felipe II. Fue la familia propietaria del monumento quien lo mandó esculpir en el siglo XIX, en recuerdo de la visita del monarca de la dinastía de los Austrias que le concedió el título de “Real” al monasterio. Junto a la puerta de entrada al claustro se pueden observar dos sillas pertenecientes al coro de la iglesia mayor. Son dos piezas magistrales elaboradas en madera que datan del siglo XVIII. Junto a la puerta de salida al refectorio cuelgan dos estandartes de la orden de Malta. En la sala también se pueden observar diversos escudos que ornamentan la estancia: un escudo del rey Felipe II, otro de la Corona de Aragón, y al lado del sitial, un escudo de los Centelles, familia nobiliaria valenciana.

Biblioteca y archivo

La biblioteca se encuentra en la primera planta en el ala norte del monasterio, y dispone de varias salas. Éstas reciben luz abundante a través de grandes ventanas muy bajas que llegan hasta el pavimento. La primera estaría destinada a la lectura. Esta sala es reformada por la familia propietaria en el siglo XIX, con la bóveda y decoración actual, añadiéndole una falsa chimenea a modo de adorno. La decoración de las paredes es de época más reciente. El techo de las siguientes salas, contiguas a la primera, es original del siglo XVI o XVII, son estancias originales de la primera época del monasterio.

Biblioteca y archivo

El siguiente salón sería destinado a guardar los libros. Otra sala la dedicarían a componer la música y otra podrían destinarla a copiar las partituras para enviarlas al resto de monasterios jerónimos, ya que toda la música que se cantaba en el resto de cenobios de esta orden se componía en el monasterio de Sant Jeroni de Cotalba.

La biblioteca en 1709 se traslada a la torre mayor o de las campanas para ser protegida de la destrucción de las tropas de Felipe V, en la guerra de Sucesión española.

Con la desamortización, el gobierno saca los libros de la biblioteca y los destina a las bibliotecas provinciales, museos, academias y demás establecimientos de instrucción pública.